En honor a la lucha potente y constante de los movimientos de mujeres por el reconocimiento de sus derechos, hace 50 años, la Organización de Naciones Unidas (ONU) establecía el 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres.
En estas cinco décadas, los logros obtenidos fueron sumamente valiosos, pero aún restan numerosos -muchísimos- desafíos para alcanzar la igualdad de género en todos los ámbitos. Todavía faltan acciones, políticas públicas y decisiones que permitan construir un mundo libre de violencias y discriminaciones.
Año 2025, llega un nuevo paro internacional feminista y de identidades sexogenéricas diversas a las calles de todos los países. Particularmente, en Argentina, la consigna proclama: “Contra el hambre, la crueldad y el saqueo”.
Algunas de las demandas puntuales señalan que “el Estado niega la violencia de género mientras hay un femicidio cada 26 horas” y resaltan que “sin moratorias previsionales 9 de cada 10 mujeres no se van a poder jubilar”. Una clara expresión de la exclusión planificada y deshumanizada.
Las mujeres y diversidades viven, existen, y sus derechos deben ser garantizados en cada etapa de sus vidas. ¿Hasta cuándo, como sociedad, vamos a permitir que en la vejez se anule a las mujeres mayores? Ellas existen y existirán con la fuerza de la vida pese a las construcciones culturales estigmatizantes naturalizadas.
En este escenario doloroso y complejo, Algec reclama, para las mujeres mayores de hoy, para las mujeres mayores de mañana en toda su diversidad: más derechos, más igualdad, más empoderamiento.