Desde la perspectiva de la gerontología ambiental resalta la importancia valorizar los entornos.
En línea con los múltiples “procesos de envejecimiento”, la educación ambiental debería brindarse de manera continua para generar mayor conciencia del medio que nos rodea y crear vínculos y conocimientos que permitan garantizar un bienestar en el desarrollo humano en cada una de las etapas vitales. Así lo consideran en INAPAM (Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores de México), y lo manifiestan a través de un proyecto de creación de huertas y exploración de nuevas técnicas de cosecha para establecer mejores vínculos con el entorno. En este camino, se resalta la importancia de promover la participación de las personas mayores y sus familias para construir un medio ambiente desde la cultura de la sensibilidad.
Asimismo, desde INAPAM se promueve el rescate de zonas verdes en distintos puntos del país y se los equipa con aparatos para realizar ejercicios porque, indudablemente, la presencia de una atmósfera saludable favorece el proceso de envejecimiento. Es que la gerontología ambiental se propone generar relaciones e interacciones concientes entre las personas mayores y los entornos físicos/sociales/culturales con el fin de construir un envejecimiento armónico, activo y positivo.
Fuente: Boletín del Programa Iberoamericano de Cooperación sobre Adultos Mayores, Número 14, Abril, año 2017.
Foto: INAPAM.