La importancia de promover la no ridiculización y la no discriminación de la vejez.
“Una experiencia de las más lindas que he tenido en política es cuando visité los centros de jubilados. Y me encontré abuelos con más de 80 años aprendiendo tai-chi, aprendiendo informática y nunca habían abierto una computadora. Después tuvimos algunos problemas porque tuvimos que cancelar algunas cuentas pornos porque batían record de pornografía… Los abuelos, eh. Estaban tremendos. Es verdad, es verdad. Esto es científico. Pasó en el Hogar San Martín. Estaban como locos, estaban como locos”, dijo Mauricio Macri.
Las palabras, las representaciones y las frases de “sentido común” estructuran el mundo en que vivimos y construyen subjetividades. La importancia de analizar los discursos sociales reside, fundamentalmente, en cuestionar aquellos que estigmatizan y, por ende, vulneran a las personas.
Decir que te da alegría ver a los abuelos conectarse con la computadora es considerar, en principio, que las personas mayores no pueden vincularse con la tecnología. Denominar a las personas mayores -siempre, en toda instancia- como “abuelos”, es reducir su rol social a un rol familiar que, muchas veces, ni siquiera experimentan porque no sólo no tienen nietos o nietas, sino que tampoco tienen hijos o hijas. Bromear con las incontables búsquedas virtuales de pornografía es ignorar que las personas mayores viven a pleno su sexualidad, se enamoran, desean y experimentan la diversidad sexual.
¿Por qué es importante analizar y cuestionar los discursos sociales? Porque aquellos que son estigmatizantes conducen a la desvalorización de la vejez, a la infantilización o ridiculización de las personas mayores a partir de imágenes estereotipadas que las construyen como meros “abuelos que poco pueden hacer con la tecnología y con su sexualidad”. De acuerdo a la Convención Interamericana de Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores promovemos una concepción de la vejez que resalta la autonomía, el respeto, el buen trato y la no discriminación.
